Con sus orígenes en el norte de Italia, un cuenco cremoso de polenta es el acompañamiento perfecto para una serie de deliciosas y ricas salsas italianas. Sin embargo, es difícil hacer la cantidad adecuada de polenta. Entonces, ¿qué hacer con las sobras?
¿Se puede congelar la polenta?
Sí, puedes congelar la polenta hasta 3 meses. Como la polenta se solidifica cuando se enfría, debes cortar la polenta en trozos uniformes antes de envolverlos y meterlos en el congelador.
¿ Se congela bien? Yes
¿Se puede volver a congelar ? No
Cómo congelar la polenta
Si estás mirando con incredulidad la cantidad de polenta que has preparado, no te preocupes, ¡no eres el único! Es un plato notoriamente difícil de hacer bien en cuanto al control de las porciones y casi siempre da lugar a abundantes sobras.
La gracia salvadora es que la polenta se puede congelar, y su sabor no se verá drásticamente afectado. A continuación se indican los pasos que debes seguir para congelar los restos de polenta:
- Enfriar: Forra una bandeja de horno con una hoja de papel sulfurizado y extiende uniformemente la polenta sobrante. Esto ayudará a que se enfríe y lo hará uniformemente. La polenta se solidifica cuando se enfría, así que es importante que tengas una capa uniforme que luego puedas cortar y congelar.
- Corta: Cuando la polenta se haya enfriado y endurecido, córtala en trozos uniformes. De este modo, podrás sacar la polenta del congelador trozo a trozo, en lugar de un bloque entero congelado que tal vez no vayas a utilizar.
- Envuelve: Coge cada trozo de polenta y envuélvelo bien en film transparente, asegurándote de que no queden huecos ni roturas en el envoltorio. De este modo, cada trozo estará protegido de las quemaduras del congelador y no cogerá ningún olor del interior del congelador.
- Colócaloen un recipiente: Coloca los trozos de polenta envueltos individualmente en un recipiente apto para el congelador y fija la tapa.
- Etiqueta y congela: Escribe la fecha en que preparaste la polenta, así como la fecha de caducidad en la tapa del recipiente, antes de meterlo en el congelador. Recuerda que puedes congelar la polenta durante unos tres meses.
Sí, la polenta ya preparada puede congelarse, a menos que el envase indique que no es apta para la congelación doméstica. Sin embargo, lo normal es congelar la polenta ya preparada.
3 consejos para congelar polenta
Ahora que ya sabes cómo congelarla, tenemos 3 consejos que te recomendamos encarecidamente que sigas al congelar polenta para obtener los mejores resultados:
Congela a granel
Si tienes prisa y no tienes tiempo de cortar y envolver la polenta en porciones individuales, puedes congelarla a granel. De nuevo, sólo tienes que asegurarte de que esté bien envuelta y transferirla a un recipiente de tamaño adecuado.
La textura puede cambiar
Ten en cuenta que la textura de la polenta puede cambiar durante el proceso de congelación. Sobre todo si has utilizado leche o nata. Los productos lácteos se separan y se vuelven granulosos después de congelarlos o descongelarlos, por lo que debes tenerlo en cuenta si piensas congelar las sobras. Congelar porciones más pequeñas de polenta minimizará los cambios de textura.
Congela la polenta rápidamente
Es importante congelar la polenta lo antes posible. En cuanto se haya enfriado, colócala al fondo del congelador y deja que se congele rápidamente, ya que así se formarán menos cristales de hielo y no afectará significativamente al sabor del plato cuando se haya descongelado.
¿Cuánto tiempo se puede congelar la polenta?
Puedes congelar la polenta durante unos tres meses.
Las sobras de polenta estarán bien en el frigorífico durante 2-3 días si piensas recalentarlas y disfrutarlas para comer o cenar en un par de días. Sin embargo, cuanto antes metas la polenta en el congelador, más fresca estará cuando la descongeles y la disfrutes en el futuro.
La polenta cocida durará hasta 5 días en el frigorífico. Sin embargo, no permanecerá cremosa y blanda, sino que cuajará. Esto hace que sea buena para freír en patatas fritas.
¿Cómo se descongela la polenta?
Cuando estés listo para disfrutar de las sobras de polenta, traslada la porción deseada (o incluso todo el bloque de polenta) al frigorífico y deja que se descongele.
Para evitar que la humedad quede atrapada en el interior, retira la polenta del envoltorio de plástico antes de meterla en el frigorífico.
Y por último, antes de recalentarla, tendrás que secar la polenta con papel de cocina y eliminar el exceso de líquido que se haya formado en la superficie durante el proceso de descongelación.
¿Se puede volver a congelar la polenta?
No recomendamos volver a congelar la polenta. Al congelar y descongelar la polenta, estás afectando al contenido de humedad del plato, lo que puede afectar a su textura y consistencia generales.
Si te sobra una cantidad considerable de polenta, es una buena idea congelarla en porciones individuales, para que no tengas que preocuparte por el desperdicio y puedas sacar fácilmente lo que necesites allí mismo.
¿Se congela bien la polenta?
La polenta se congela bien, y es poco probable que notes cambios significativos en su sabor o textura.
Para obtener los mejores resultados, congela las sobras de polenta en cuanto se hayan enfriado, y evita utilizar un exceso de lácteos en la receta si piensas congelar las sobras.
Por lo demás, no deberías encontrar ningún problema al congelar polenta, y es una forma excelente de conservar las sobras para futuras comidas.
Preguntas frecuentes relacionadas
Si aún tienes preguntas sobre la congelación de la polenta o de la polenta en general, éstas pueden ayudarte:
Sí, puedes congelar trocitos de polenta. Forra una bandeja de horno con papel sulfurizado y extiende las patatas fritas en la bandeja. Mete la bandeja en el congelador durante unas horas para que se congelen. Una vez congeladas, mételas en una bolsa para conservarlas durante más tiempo.
El pastel de polenta se puede congelar de la misma forma que otros pasteles. Primero tienes que decidir si quieres congelarlo entero o en porciones. El siguiente paso es envolver todo el pastel o cada trozo en film transparente antes de meterlo en una bolsa y luego en el congelador.