Con un sabor tan concentrado, sólo necesitas una pequeña porción de pasta de tomate. Entonces, ¿qué haces con el resto ahora que lo has abierto?
¿Se puede congelar la pasta de tomate?
Sí, puedes congelar la pasta de tomate hasta 6 meses. La mejor forma de congelarla es en una bandeja de cubitos de hielo, ya que a menudo sólo necesitas una cucharada o dos en una receta.
¿ Se congela bien? Yes
¿Se puede volver a congelar ? No
Cómo congelar la pasta de tomate
Congelar la pasta de tomate es una forma estupenda de alargar la vida de este ingrediente oconcetrado y lleno de sabor. He aquí cómo lo hago yo:
- Porción
Vierte la pasta de tomate en una bandeja de cubitos de hielo, llenando cada ranura. Cada cubito equivaldrá aproximadamente a una cucharada sopera en una cubitera genérica: ¡súper práctico para futuras recetas! - Congela
Mete la cubitera en el congelador y dale tiempo. Quieres que la pasta de tomate se congele por completo, lo que debería llevar entre 2 y 3 horas. - Saca
Cuando la pasta esté bien congelada, saca los cubitos de la bandeja. Un rápido giro de la bandeja bastará para soltarlos todos. También puedes forrar la bandeja con film transparente antes de rellenarlos. - Guardar
Pasa los cubitos de pasta de tomate congelados a una bolsa apta para el congelador o a un recipiente hermético. Si utilizas una bolsa, ciérrala y expulsa todo el aire que puedas. - Etiqueta
Ponle fecha y anota lo que hay dentro para que te resulte más fácil gestionar el contenido de tu congelador.
¡Y ya lo tienes! Pasta de tomate, congelada y lista para usar cuando quieras.
Congela en una bandeja de horno
¿No tienes cubitera? ¡No hay problema! También puedes congelar la pasta de tomate en porciones sobre una bandeja de horno forrada. Una vez congelada, transfiere estas prácticas bolitas a tu bolsa o recipiente apto para el congelador.
¿Cuánto tiempo se puede congelar la pasta de tomate?
La pasta de tomate puede congelarse con seguridad hasta 6 meses.
Al congelar la pasta de tomate, ralentizas el proceso de deterioro al detener la proliferación de bacterias. Debido a su bajo contenido en humedad y su elevada acidez, la pasta de tomate aguanta muy bien la congelación.
Una vez transcurrido el plazo de 6 meses, la pasta de tomate no dejará de ser segura para el consumo, pero su calidad puede deteriorarse. Puede perder parte de su color vibrante y el sabor puede degradarse.
Incluso podrías ver algunos cambios de textura si la pasta se almacena en el congelador durante demasiado tiempo.
Así que, aunque puedes congelar la pasta de tomate durante más de 6 meses, te conviene utilizarla antes para mantener su sabor. Reconozcámoslo, todos utilizamos la pasta de tomate por su intenso sabor.
En el frigorífico, una lata abierta de pasta de tomate puede durar entre 5 y 7 días. Guárdala siempre en un recipiente hermético para mantenerla fresca más tiempo.
¿Cómo se descongela la pasta de tomate?
Cuando se trata de descongelar pasta de tomate, hay dos opciones que te conviene utilizar generalmente:
En el frigorífico
Una forma de descongelar la pasta de tomate congelada es en el frigorífico. Saca el número de cubitos que necesites y déjalos descongelar en una fuente en el frigorífico durante toda la noche.
Cuando vayas a preparar la cena la noche siguiente, estará lista para que la utilices como de costumbre. Puede que la encuentres un poco aguada. Simplemente escurre este exceso de agua.
De congelado
La pasta de tomate es uno de esos ingredientes estupendos que a menudo puedes utilizar directamente del congelador, sobre todo en sopas, guisos y salsas.
Echa el cubito congelado en tu plato mientras se cocina y deja que se funda en la mezcla, añadiendo ese profundo sabor a tomate que a todos nos encanta.
Si necesitas descongelarla rápidamente, también puedes utilizar la función de descongelación del microondas. Coloca el cubito de pasta de tomate congelado en un plato apto para microondas y descongela a intervalos cortos, removiendo entre cada uno.
¿Se puede volver a congelar la pasta de tomate?
La pasta de tomate, como la mayoría de los alimentos, técnicamente se puede volver a congelar una vez descongelada. Sin embargo, no es lo mejor.
Cada vez que congelas y descongelas un alimento, alteras su textura y sabor. Aunque la pasta de tomate es menos vulnerable a estos cambios, corres el riesgo de degradar su calidad con múltiples ciclos de congelación y descongelación.
En última instancia, utilizas la pasta de tomate por su sabor, así que no tiene sentido almacenarla si al final pierde ese sabor esencial, ¿verdad?
¿Se congela bien la pasta de tomate?
Por supuesto, ¡la pasta de tomate se congela muy bien!
Debido a su bajo contenido en humedad y su alta acidez, conserva su color, textura y, lo que es más importante, su sabor concentrado durante la congelación.
Así que puedes contar con que la pasta de tomate congelada aportará a tus platos ese sabor intenso y a tomate, incluso después de pasar algún tiempo en el congelador. Recuerda consumirla antes de 6 meses para obtener la mejor calidad.
Fuentes
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