La miel es uno de los mayores regalos de la naturaleza. Es un edulcorante totalmente natural repleto de bondad y sabor. Al fin y al cabo, ¡por algo se llama oro líquido! Pero quizá te hayan regalado varios tarros y no sepas qué hacer con ellos.
¿Se puede congelar la miel?
No, por desgracia, la miel no se congela. Aunque es seguro meter la miel en el congelador, en realidad no se solidificará y es poco probable que prolongues su vida útil, que ya es extensa. En su lugar, guárdala en un armario oscuro y fresco.
¿ Se congela bien? No
¿Se puede volver a congelar ? No
La miel no se congela. Si tienes miel pura, sin filtrar, tendrás cero posibilidades de congelarla.
Incluso si la colocas en un congelador a -20c (aproximadamente la temperatura más baja que obtendrás en el congelador de tu casa), lo único que conseguirás es espesarla ligeramente. Sin embargo, no se congelará del todo.
Pues… ¡No mucho! Si metes un tarro de miel en el congelador y luego miras a ver qué ha pasado, verás que se ha espesado ligeramente, pero no habrá cambiado mucho desde que lo metiste en el congelador.
¿Se congela bien la miel?
No se congela en absoluto.
Sencillamente, no hay forma de conseguir que se congele del todo. Una vez metida en el congelador, existe la posibilidad de que se espese.
De hecho, algunas partes de la miel se congelarán. Sin embargo, cuando inclines el tarro, aún tendrá algo de movimiento, y la miel fluirá muy lentamente.
Recuerda que la miel se conservará de forma segura en el armario si se mantiene alejada de grandes cambios de temperatura y de luces brillantes. De hecho, ¡la miel es el único alimento natural que no se estropea!
¿Se estropea la miel?
La miel es uno de los únicos productos del mundo que no se estropea. Esta es la razón principal por la que su incapacidad para congelarse es irrelevante.
La miel puede permanecer en tu armario durante meses y años, y su sabor no se verá afectado, y seguirá siendo perfectamente segura para el consumo.
No! De hecho, meter la miel en la nevera puede causar estragos en su textura. En lugar de eso, tapa bien el tarro y déjalo en el armario.
No tires la miel cristalizada
Aunque la miel se haya cristalizado, ¡no hace falta tirarla! Yo la pongo en un cazo y añado unos dos centímetros de agua antes de calentarla a fuego lento. La miel se aflojará y ¡se arreglará casi al instante!
Fuentes
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