Revuelto en la pasta o untado en la bruschetta, el pesto es la quintaesencia de la cocina italiana. Es la salsa fresca por excelencia. Pero, ¿puedes guardar el pesto en el congelador, o se partirá y se pondrá rancio?
¿Se puede congelar el pesto?
Sí, puedes congelar el pesto hasta 3 meses. Pon porciones de pesto en una bandeja de cubitos de hielo, séllala con un chorrito de aceite de oliva y congélala. Una vez que los tubos estén sólidos, puedes guardarlos en una bolsa de congelación.
¿ Se congela bien? Yes
¿Se puede volver a congelar ? No
Cómo congelar el pesto
La mejor forma de congelar pesto es utilizar una bandeja de cubitos de hielo como recipiente. Sólo tienes que seguir estas instrucciones para congelarlo eficazmente:
- Llena la cubitera: La mayoría de las “ranuras” estándar de una bandeja de cubitos de hielo tienen un tamaño aproximado de 2 cucharadas. Esto las convierte en porciones perfectas para el pesto. Cuando hayas preparado una tanda rápida de pesto, tienes que llenar todas las ranuras para cubitos de hielo.
- Séllalos con aceite: Ahora, pon una capa muy pequeña de aceite de oliva en la parte superior de cada cubito. NO lo mezcles. En lugar de eso, déjalo reposar encima del pesto. Esto actuará como una barrera contra el aire. Puede ayudar a evitar que el pesto se ponga marrón.
- Envuelve y congela: Una vez llena la bandeja y sellado el pesto, envuélvela con cuidado en film transparente y métela en el congelador.
- Empaqueta: Cuando el pesto esté bien congelado, saca los cubitos de pesto congelados de la cubitera y mételos en bolsas de plástico herméticas.
¿Necesitas una receta?
Si buscas una receta de pesto fácil y apta para el congelador, la nuestra sólo lleva 6 ingredientes y se prepara en 15 minutos, ¡como máximo!
Aunque el pesto también puede verterse directamente en bolsas, recipientes o incluso tarros, tendrás que utilizarlo todo de una vez. Descongelar y volver a congelar el pesto puede hacer que quede blando, diluido y sin sabor.
Por eso, tener a mano cubitos de pesto es una forma estupenda de conservarlo y utilizarlo eficazmente.
Incluso puedes probar a utilizar otras hierbas en el pesto, como el perejil, si te apetece experimentar.
Pero, ¿cómo evitar que se ponga marrón?
Por desgracia, las suaves hojas verdes de albahaca que se utilizan para hacer pesto se volverán marrones inevitablemente en el congelador. Sellándolas en un poco de aceite de oliva, puedes evitar que se oscurezcan.
Pero no es totalmente evitable.
La buena noticia es que el sabor no se degrada cuando el pesto se dora un poco. Se puede seguir utilizando en sopas, guisos y salsas para añadir un toque de sabor a pesto. Lo que no querrás es utilizarlo para aliñar ensaladas o rociar pollo, por ejemplo.
¿Cuánto tiempo se puede congelar el pesto?
El pesto sin la cobertura de aceite puede durar unos 2 ó 3 meses en el congelador. Mientras tanto, los cubitos de pesto recubiertos se pueden consumir con seguridad entre 4 y 6 meses antes de que tiendan a perder su color.
Más allá de esto, seguirán siendo seguros para comer, pero habrán degradado tanto su sabor que no tendría sentido utilizarlos.
El pesto que se guarda en un tarro hermético con una fina capa de aceite para sellarlo se conservará en el frigorífico unas 2 semanas.
¿Cómo se descongela el pesto?
No necesitas descongelar el pesto si piensas cocinar con él. Saca los dados de pesto congelados y ponlos directamente en la olla o sartén caliente. Sigue removiendo hasta que el pesto recupere su agradable textura cremosa.
Si el pesto se vuelve un poco más empapado o acuoso de lo que te gustaría, siempre puedes añadir un par de gotas de aceite. También puedes probar con algunas hierbas trituradas o verdes para revitalizar su textura.
Si quieres utilizar el pesto como salsa, puedes descongelarlo dejándolo reposar a temperatura ambiente durante una media hora. Si necesitas acelerar el proceso, puedes meter el pesto en el microondas.
Esto sólo te llevará unos segundos, así que no lo pierdas de vista. Sin embargo, cabe señalar que el pesto cocinado en el microondas tampoco debe volver a congelarse.
¿Se puede volver a congelar el pesto?
Estamos totalmente en contra de volver a congelar el pesto.
Si lo vuelves a congelar, puede volverse blando y adquirir un color marrón poco apetecible. En su lugar, utiliza el método de los cubitos de hielo que hemos descrito antes, de modo que sólo descongeles la porción que necesites.
¿Se congela bien el pesto?
Si congelas cubitos de pesto y los echas en la pasta, te costará notar la diferencia. Puede haber cierta decoloración si se produce oxidación mientras los cubitos de pesto están en el congelador.
Pero si se utilizan dentro de unos meses, el sabor seguirá siendo casi tan bueno como el del pesto recién hecho.
Preguntas frecuentes relacionadas
Si aún tienes preguntas sobre la congelación del pesto o del pesto en general, éstas pueden ayudarte:
Sí, puedes congelar pasta al pesto… Pero no se congelará tan bien. En su lugar, te aconsejamos congelar el pesto solo antes de hervir la pasta y mezclarla con uno o dos cubitos de pesto congelado.
Puedes congelar pesto directamente en tarros de cristal. De hecho, hay tarros de cristal hechos para el congelador. Asegúrate de que estén bien cerrados. Rellénalos con el pesto, dejando libre aproximadamente el ancho de un pulgar de la parte superior del tarro. Cubre el pesto con una capa de aceite de oliva y ciérralos bien.
Sí, el pesto casero se puede congelar igual que el comprado. Porciónalo en una cubitera, séllalo con aceite, envuélvelo en film transparente y congélalo.
Por supuesto que sí. Si tienes pesto comprado en un tarro, decántalo en una cubitera y congélalo en cubitos. Una vez sólidos, mete los cubitos en una bolsa de congelación con cierre.