Sana y sustanciosa, esta receta de Minestrone vegetariano es justo lo que te apetece en un frío día de invierno: además, es perfecta para preparar con antelación.
Cómo hacer Minestrone vegetariano
Encontrarás una receta detallada con todas las cantidades en la ficha de la receta al final de esta página.
Paso 1: Pica la cebolla, el apio y el tomate. Pela las zanahorias y trocéalas. Recorta el bulbo de hinojo, quítale el corazón y pícalo finamente. Machaca los 3 dientes de ajo. Ralla finamente 6 cucharadas de parmesano, colócalo en un cuenco tapado y refrigéralo para más tarde.
Paso 2: Calienta el aceite en una sartén grande a fuego medio. Añade la cebolla, el apio, las zanahorias y el hinojo picados. Cocina, removiendo a menudo, durante 10 minutos hasta que las verduras estén blandas y la cebolla transparente.
Paso 3: Añade los tres dientes de ajo machacados al soffritto + hinojo de la sartén. Cocínalos (removiendo) durante 1 minuto hasta que estén aromáticos.
Paso4: Pasa los ingredientes de la sartén a una olla de cocción lenta grande (de 6 litros o más). Añade el caldo, los tomates troceados, las judías y la corteza de parmesano. Tapa y cocina a fuego lento durante 6 horas.
Consejo
Si haces esta sopa expresamente para congelarla más tarde, deja de hacerla después de 6 horas en la olla de cocción lenta, retira la corteza de parmesano, enfríala y congélala en una bolsa de alta calidad. Cuando esté lista, descongela y continúa cociendo a fuego lento durante 35 minutos, después añade los fideos durante 30 minutos.
Paso 5: Retira la corteza de parmesano. Añade la pasta a la sopa. Remueve bien para que la pasta se mezcle bien, luego tapa y cuece 30 minutos más o hasta que la pasta esté al dente. Pica 2 tazas de hojas de col rizada y añádelas a la sopa. Tápala. Cuece 5 minutos más.
Paso 6: Sirve la sopa caliente en cuencos individuales. Cubre cada uno con 1 cucharada de pesto. Adórnalo con albahaca y parmesano rallado. Sírvela con el pan que prefieras. Yo prefiero una buena baguette y la utilizo para absorber parte de la sopa.
Ajustes
Aquí tienes algunos ajustes que te pueden gustar:
- Más pesto: Si las miradas de extrañeza se convirtieron en “¡qué rico!” cuando todos probaron el pesto por encima, la próxima vez pon 2 cucharadas por cuenco.
- Crema agria: Si el pesto no te convence, prueba a añadir una cucharada de yogur griego o nata agria encima de cada ración para darle más cremosidad. Una pizca de copos de pimiento rojo puede añadir un toque picante, si te gustan esas cosas 😉
- Verduras adicionales: ¡Soy una gran fan de las sopas sustanciosas! Si no, volveré a tener hambre al cabo de una hora. Considera la posibilidad de añadir más verduras, como calabacín y calabaza de verano (calabaza amarilla) cortados en dados, o patatas cortadas en dados para añadir textura y sustancia.
- Hierbasy especias: Prueba a añadir hierbas italianas secas como orégano, tomillo y romero para cambiar un poco el perfil de sabor.
- Carne: ¿Tienes que comer carne? Prueba una de éstas: Salchicha italiana, carne picada de pavo o ternera, panceta o jamón. Cada uno añadirá su propio sabor especial a la comida. No olvides cocinar la carne en una sartén aparte antes de añadirla a la sopa.
Almacenamiento
Si duplicas la receta y la guardas, es perfecta para la comida de entre semana. He aquí cómo guardarla adecuadamente…
Refrigérala: Esta sopa se conserva de 3 a 4 días en el frigorífico si se guarda en un recipiente hermético. No olvides dejar que la sopa se enfríe del todo antes de meterla en la nevera.
Congela: Las sopas con tropezones como ésta pueden congelarse durante unos tres meses antes de degradarse. Los comedores especialmente quisquillosos notarán una degradación de los fideos independientemente del tiempo que haya estado congelada.
Recalentar: La forma más fácil de descongelar esta sopa es dejarla descongelar en el frigorífico toda la noche y luego recalentarla en la cocina. También puedes meterla en el microondas en un recipiente ventilado y con tapa. Pon el microondas en la posición de descongelación hasta que esté humeante.
Preguntas frecuentes
Sí Generalmente, puedes congelar los alimentos una vez crudos y otra vez cocidos. Esto significa que es perfecto para esas zanahorias, apio, cebolla, hinojo y calabacines que congelaste frescos antes.