Con nuestras ajetreadas vidas modernas, a la mayoría se nos olvida de vez en cuando cerrar bien la puerta del congelador. Sin embargo, si ves que el congelador se abre con frecuencia, puede que haya un problema. Aquí veremos las posibles causas.
¿Por qué se abre la puerta del congelador?
Si tienes un frigorífico-congelador combinado, puede ser perfectamente normal que la puerta de una parte se abra al cerrar la otra. Si tienes un congelador independiente, puede ser un problema con la junta de la puerta, que el congelador esté demasiado lleno o que el aparato no esté nivelado.
¿Qué puede hacer que se abra la puerta de un congelador?
En un frigorífico-congelador combinado, los dos componentes trabajan juntos para funcionar eficazmente. Por eso hay canales de aire que permiten el flujo de aire entre las dos secciones.
Si la puerta de una sección se cierra con especial rapidez o de golpe, puede aumentar la presión en la otra mitad de forma tan repentina o extrema que obligue a la puerta de esa sección a abrirse de golpe.
Esto es perfectamente normal, y siempre que te des cuenta y cierres la puerta inmediatamente, no debería ser un problema.
Sin embargo, si la puerta sigue abriéndose, sobre todo por el lado del congelador, puede ser señal de que algo va mal.
Comprueba primero que no haya nada en el congelador que sobresalga e impida que la puerta se cierre correctamente, como un alimento o un cajón o estante mal alineados.
Si esto no resuelve el problema, es probable que haya un problema con la junta de la puerta, o que el aparato no esté nivelado.
¿Cómo se arregla una puerta del congelador que sigue abriéndose?
Hay algunos puntos obvios en los que fijarse cuando se trata de arreglar una puerta del congelador que sigue abriéndose sola:
Junta sucia
Con el tiempo, la junta de la puerta puede ensuciarse y desgastarse. Si crees que éste puede ser el problema, empieza limpiando la junta de la puerta con una mezcla de una parte de bicarbonato sódico y tres partes de agua.
Aclara y seca bien. Mientras limpias la junta de la puerta, comprueba cuidadosamente si hay signos de desgaste. Si hay algún daño, es probable que haya que cambiarla.
Si todo parece funcionar bien, aplica un poco de parafina o vaselina a la junta, ya que la lubricación puede ayudar a que funcione con eficacia.
A continuación, puedes comprobar si hay algún problema con la junta de la puerta abriendo la puerta del congelador, colocando un trozo de papel sobre la junta y cerrando la puerta.
Si puedes retirar el papel sin abrir la puerta, habrá que cambiar las juntas.
Aparato desnivelado
Si crees que el electrodoméstico puede no estar nivelado, lo que hagas a continuación dependerá de si es un electrodoméstico independiente o empotrado. Si está empotrado, tendrás que ponerte en contacto con la empresa que instaló la cocina o, si no es posible, con otro instalador de cocinas de confianza.
Si es un aparato independiente, comprueba cómo está colocado. Debería estar ligeramente más alto en la parte delantera, para ayudar a que la puerta permanezca cerrada. Si no es así, tendrás que ajustar las patas niveladoras. Lo mejor es consultar el manual, ya que las instrucciones exactas pueden variar.
Puede que tengas que quitar una rejilla de la parte delantera del aparato para acceder a las patas. Puede que simplemente la retires, o que necesites utilizar una llave inglesa o un destornillador.
A continuación deberías poder ajustar las patas; de nuevo, puede que puedas hacerlo a mano, o puede que necesites una herramienta.
Gira en el sentido de las agujas del reloj para elevar las patas. Utiliza un nivel de burbuja para comprobar si el aparato está inclinado. La parte delantera debe estar unos 6 mm más alta que la trasera. Cuando estés seguro de que la parte delantera está más alta que la trasera, vuelve a colocar la rejilla.
Ten en cuenta el uso
Otra cosa que debes tener en cuenta es el uso que haces de los compartimentos de almacenamiento de las puertas, si tu congelador dispone de ellos. Si has colocado objetos pesados en la puerta, y el congelador está inclinado, estos objetos podrían estar tirando de la puerta para abrirla.
Por el contrario, si el congelador está bien inclinado hacia atrás, los objetos pesados que haya en la puerta pueden ayudar a que pese la puerta cerrada.
Alineación de las bisagras
Por último, también puede merecer la pena comprobar las bisagras. Una mala alineación de las puertas puede hacer que no cierren bien.
Las bisagras pueden necesitar simplemente un ajuste, o si están dañadas o corroídas, puede ser necesario sustituirlas.
¿Puedes utilizar un pestillo para mantener cerrada la puerta del congelador?
Si has probado todos estos pasos y tu congelador sigue sin mantenerse cerrado, puede que haya que cambiarlo. Sin embargo, si sigue funcionando perfectamente y el único problema es que la puerta no permanece cerrada, puedes considerar la posibilidad de añadir un pestillo.
Un pestillo sencillo, como el de una puerta, es probablemente la opción más barata, pero puede resultar antiestético, sobre todo si el congelador está en la cocina.
Hay muchos cierres de seguridad para niños en el mercado con un aspecto menos antiestético, pero puede que no funcionen exactamente como necesitas, así que elige con cuidado.
Preguntas frecuentes relacionadas
Si aún tienes preguntas sobre un congelador que no deja de abrirse, echa un vistazo a estas preguntas frecuentes:
Hay varias cosas que pueden impedir que la puerta de un congelador permanezca cerrada. Por ejemplo, una junta de mala calidad, una junta sucia, bisagras mal alineadas o un congelador demasiado lleno.